Adultos y niños caminan con Dios en la duda y en la convicción en PA 2015
Por Laura Kraybill
“Bien, pingüinos, es hora de trasquilar las ovejas”. Esto te puede confundir si no estás inscrito en el programa para niños del CMM. Para los 281 niños que asisten a PA 2015 en Harrisburg, Pensilvania, esta invitación les produjo emoción. Los participantes rápidamente terminaron sus meriendas para hacer fila para el siguiente evento en sus grupos de actividades bautizados con nombres de animales.
Ver trasquilar ovejas es una de las muchas actividades que deleita a los pequeños participantes de la conferencia. Día tras día los niños caminan por seis estaciones: Historia bíblica, juegos bíblicos, estación de la imaginación, creación de artesanías, juegos al aire libre o bajo techo, música y movimiento.
Las historias bíblicas concuerdan con el tema del día.
El miércoles, el tema: “Caminando en la duda y en la convicción” fue adaptado para los niños como: “Duda y Fe”.
“Hablamos sobre la forma como los discípulos dudaron de que habría suficiente alimento después de las instrucciones que diera Jesús en cuanto a alimentar a los 5.000”, afirmó Becky Degan del equipo de planificación del programa para niños.
Caleb Metzler, un participante de 10 años proveniente de la Iglesia Menonita de Stonebrook en York, Pensilvania, cree que la historia es “sorprendente, puesto que comenzó con cinco pedazos de pan y dos peces y sencillamente continuaron sacando y sacando más alimentos, lo que nos dice que hay que creer en que Dios es capaz de hacer cualquier cosa”.
El disfruta de todas las actividades, pero particularmente de las artesanías en donde los niños pasan toda la semana creando una enorme pancarta que dice: “Caminemos con Dios”. “Estoy dibujando tres cruces y gente en la parte de abajo”, mencionó Metzler.
Metzler quiere que las personas que pasen por ahí “confíen en que Dios volverá tal como él se lo dijo a Pedro”. Esto se entrelaza entre el mismo pasaje de las escrituras utilizado en el culto para adultos del miércoles de 1a Pedro 1:3-9.
Según Degan, compartir el amor de Jesús con los niños es la meta principal de la semana. Mientras los grupos lanzan un paracaídas al aire o se ayudan los unos a los otros para “ir de pesca” en una piscina para niños, también están aprendiendo a amarse los unos a los otros.
Y si el coro de risas, después de cada balido de las ovejas, es indicación alguna, los niños no solamente están aprendiendo en cuanto al amor de Dios, sino que también pasan un momento maravilloso en el proceso.
Laura Kraybill es de Elhart, Indiana, y comenzará estudios en el Seminario Evangélico Teológico en Garrett este otoño en el programa de Maestría en Divinidades. Durante los últimos cinco años Kraybill dirigió el programa de teatro en Hesston College en Kansas.