Las alabanzas internacionales invitan a los participantes a la adoración a pesar de no estar familiarizados con ellas
Por Laura Kraybill
Las alabanzas suben hasta las vigas del techo a medida que los menonitas, los hermanos menonitas y los hermanos en Cristo juntan sus voces para alabar con canciones de todo el mundo en Harrisburg, PA 2015. Las diferencias culturales y teológicas existen, pero la música es el unificador en el Congreso Mundial, inclusive cuando la zona cómoda de los participantes se estira.
Sea la alabanza familiar o no, la música es una parte importantísima para muchos en la Asamblea del Congreso. “Deseo que pudiésemos seguir cantando y cantando”, dijo uno de los participantes.
“Deseo que las personas lleguen a decir: guau, no sabía que pudiese alabar a Dios con música que viene del Asia”, dijo Marcy Hostetler, quien es lider del coro internacional en esta semana y directora del coro de la Escuela Secundaria Menonita de Lancaster.
A medida que los participantes aprenden las canciones y los movimientos de diferentes países, Hostetler desea una experiencia de adoración en comunidad. “Cuando te abres puedes experimentar cosas nuevas, puedes experimentar a Dios”.
EL grupo de alabanza misma está compuesto de una diversidad de músicos talentosos que provienen de todo el mundo. Con sólo tres días para practicar y con una variedad de puntos de vistas culturales acerca de tener a una mujer como líder, Hostetler se preocupó de cómo funcionaría el grupo.
Parte del regocijo proviene de conexiones inesperadas.
Cuando Hostetler grabó a un niño refugiado cantando en la República Democrática del Congo en 1993, nunca se imaginó que ese mismo niño formaría parte del equipo de alabanza del CMM 32 años después.
A pesar de que los casettes que ella grabó fueron robados, Hostetler encontró uno de ellos que contenía la vos de Dodo Miranda. Cuando Miranda pidió ser parte del grupo en la Asamblea del CMM, Hostetler tuvo la alegría de compartir la grabación con él.
Cada día se tiene una selección de música de un continente diferente. Estos incluyen Asia, Africa, Europa y América del Norte. Después de adorar en diferentes estilos, Hostetler tiene una visión de que la música será un poderoso medio de conexión. No hay nada como cantar todos juntos para superar barreras culturales.
Laura Kraybill es de Elkhart, Indiana, comenzará sus estudios teológicos en Garrett Evangelical Theological Seminary este otoño en el programa de Maestría en Divinidades. Los últimos cinco años ella estuvo dirigiendo el programa de teatro en Hesston College en Kansas.